I. EL PAR DE GUANTES —Es una historia muy singular, señor —dijo el inspector Wield, de la brigada de detectives de la policía, quien, en compañía de los sargentos Dornton y Mith,noshizo otra visita al atardecer, un día de julio—, y he pensado que le gustaría conocerla. »Se refiere al asesinato de la joven Eliza Grimwood, hace unos años, en Waterloo Road. La llamaban coloquialmente «la Condesa», por su belleza y su porte arrogante, y cuando vi a la pobre Condesa (llegué a conocerla bien, por así decir), muerta, degollada, en el suelo de su dormitorio, créame si le digo que me vinieron a la cabeza pensamientos muy lúgubres. »Pero eso no viene al caso. Me presenté en su residencia la mañana siguiente al asesinato, examiné el cadáver y procedí a hacer un registro general del dormitorio. Al levantar la almohada de la cama encontré un par de guantes. Un par de guantes de caballero, muy sucios, con las iniciales Tr. bordadas en el forro, y ...
(Imane younes de Egipto) Creativa Recuperó los destellos dispersos, recogí los fragmentos dispersos, seleccionó esto desecho, lo reorganicé y lo anoté con algunas frases, añadí algunas miniaturas y tejí una nueva historia que se escondía con el arte de la narración . Traducción Abdenaji Aitlhaj مبدعة ( ايمان يونس كاتبة مصرية) التقطت الومضات المُبعثرة، لملمت الشظايا المتناثرة، فرزت هذا الحطام، أعادت ترتيبه وتطريزه ببعض العبارات، أضافت إليها بعض المنمنمات، نسجت منه حكاية جديدة تتماهى مع فن القص.
Frederic Brown EL SOLIPSISTA (1906-1972) Walter B. Jehová, por cuyo nombre no pido disculpas, pues en realidad ese era su nombre, había sido un solipsista toda la vida. Un solipsista -por si acaso no conoce la palabra- es alguien que cree que él es la única cosa que realmente existe, que las demás personas y el universo en general sólo existen en su mente y que si dejara de imaginárselos dejarían de existir. Un día, Walter B. Jehová se convirtió en solipsista practicante. En una semana su esposa se había fugado con otro hombre, había perdido su empleo de funcionario en una agencia de envíos y se había roto una pierna corriendo tras un gato negro para evitar que se cruzara en su camino. Convaleciente en una cama de hospital, decidió acabar con todo. Miró a través de la ventana, fijó la vista en las estrellas, deseó que dejaran de existir y ya no estaban allí. Luego, deseó que todas las demás personas cesaran su existencia y el hospital se tornó...
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