Ambrose : Tres fabulas
Un optimista Dos ranas consideraban su circunstancia en el vientre de una víbora. —Esto es mala suerte —afirmó una. —No adelantes conclusiones —respondió la otra—; no padecemos de humedad y se nos provee de comida y alojamiento. —De alojamiento, ciertamente —aseguró la primera rana—; pero no veo la comida. —¡Eres un animal! —explicó la otra. Nosotras somos la comida. El perro y el médico Un perro que vio asistir a un médico al sepelio de un paciente adinerado, le preguntó: —¿Cuándo lo desenterrarás? —¿Por qué habría de hacerlo? —respondió el médico. —Cuando entierro un hueso —dijo el perro—, lo hago con la intención de escarbar más tarde para roerlo. —Los huesos que yo sepulto —puntualizó el médico— son aquellos que ya no puedo roer. La viuda devota A una viuda que lloraba sobre la tumba de su esposo, se le acercó un caballero encantador, quien, con modales respetuosos, le aseguró que hacía mucho tiempo que albergaba los más tiernos sentimientos ...