Silvina Ocampo:El anillo de humo


Silvina Ocampo



 nació en Buenos Aires el 28 de junio de 1903. , Silvina estudió dibujo en Paris con Giorgio de Chirico. En 1933 conoció a Adolfo Bioy Casares, con quien se casó en 1940. Escribieron varias obras en colaboración y tuvieron una única hija, Marta. Murió en Buenos Aires en 1993. 

ANILLO DE HUMO


Recuerdo el primer día que viste a Gabriel Bruno. Él caminaba por la calle vestido con su traje azul, de mecánico; simultáneamente, pasó un perro negro que al cruzar la calle, fue atropellado por un automóvil. El perro, aullando porque estaba herido, corrió junto al paredón de la vieja quinta, para guarecerse. Gabriel lo ultimó a pedradas. Desdeñaste el dolor del perro para admirar la belleza de Gabriel.
¡Degenerado! ¬exclamaron las personas que te acompañaban. Amaste su perfil y su pobreza.Una tarde de Navidad, en la quinta de tu abuela, repartieron en las caballerizas (donde ya no había caballos sino automóviles), ropa y juguetes para los niños del barrio. Gabriel Bruno y una intempestiva lluvia aparecieron. Alguien dijo:
Ese chico tiene quince años; no tiene edad para venir a esta fiesta. Es un sinvergüenza y, además, un ladrón. El padre por cinco centavos mató al panadero. Y él mató un perro herido, a pedradas.
Gabriel tuvo que irse. Lo miraste hasta que desapareció bajo la lluvia.
Gabriel, hijo del guardabarreras que mató no sé por cuántos centavos al panadero, para ir de su casa al almacén pasaba todos los días, con la esperanza tal vez de verte, por un callejón que separaba las dos quintas: la quinta de tu tía y la quinta de tu abuela materna, donde vivías.
Sabías a qué hora Gabriel pasaba, galopando en su caballo oscuro, para ir al almacén o al mercado, y lo esperabas con el vestido que más te gustaba y con el pelo atado con la más bonita de las cintas. Te reclinabas sobre el alambrado en posturas románticas y lo llamabas con tus ojos. Bajaba del caballo, saltaba el zanjón para acercarse a Eulalia y a Magdalena, tus amigas, que no lo miraban. ¿Qué prestigio podía tener para ellas su pobreza? El traje de mecánico de Gabriel las obligaba a pensar en otros varones mejor vestidos.
Hablabas a Eulalia y a Magdalena de Gabriel Bruno el día entero, en vano. Ellas no conocían los misterios del amor.
Todos los días, a la hora de la siesta, corriste sola al callejón. De lejos brillaba la cinta de tu pelo como un barco de vela en miniatura o como una mariposa: la veías reflejada en la sombra. Eras la mera prolongación de tu sentimiento: el cirio que sostiene la llama. A veces, en el camino, se desataba el moño; entonces, colocando la cinta entre tus dientes, te recogías el pelo y volvías a atarlo, arrodillada en el suelo.
Como tenía que haber un pretexto para que pudieras hablar con Gabriel inventaste el pretexto de los cigarrillos: llevabas plata en tu bolsillo, se la dabas a Gabriel para que fuera al almacén a comprarlos. Después fumaban, mirándose en los ojos. Gabriel sabía hacer anillos con el humo y te los soplaba en la cara. Reías. Pero estas escenas, tan parecidas a las escenas de amor, iban penetrando en tu corazón apasionado. Una vez unieron los cigarrillos para encenderlos. Otra vez encendiste un cigarrillo y se lo diste.
Era en el mes de enero. Jubilosas las chicharras cantaban con ruido de matraca. Cuando volviste a la casa, oíste que tu padre hablaba con tu madre. Era de ti que hablaban.
Estaba en el callejón, con ese atorrante. Con el hijo del guardabarreras. ¿Te das cuenta? Con el hijo del que mató al panadero por cinco centavos. Hay que ponerla en penitencia.
Son cosas de chica, no hay que hacer caso.
Tiene once años ya, ¬dijo tu madre.
No se atrevieron a decirte nada, pero no te dejaban salir sola. Fingías dormir la siesta y en vez de correr al callejón, después de almorzar, llorabas detrás de las persianas o del mosquitero.
Oíste, entre el casero y un ciclista, un diálogo insólito: hablaban de Gabriel y de ti. Dijeron que Gabriel se vanagloriaba en el almacén hablando de los cigarrillos que fumaban juntos. Decían que te había dicho palabras obscenas o con doble sentido.
Te escapaste a la hora de la siesta, corriste al cerco, para perder tu anillo. Gabriel pasó a la hora de siempre. Fuiste a su encuentro.
Vamos ¬le dijiste- a las vías del tren.
¿Para qué?
Se cayó mi anillo al cruzar las vías ayer cuando fui al río.
Verdad y mentira salían juntas de tus labios.
Fueron, él a caballo y tú caminando, sin hablarse. Cuando llegaron a las vías del tren, él dejó su caballo atado a un poste y tú te arrodillaste sobre las piedras.
¿Dónde perdió el anillo? ¬te preguntó, arrodillándose a tu lado.
Aquí ¬dijiste, apuntando el centro de los rieles.
Bajaron las señales. Va a pasar el tren. Salgamos de aquí ¬exclamó con desdén.
Quiero que nos suicidemos ¬le dijiste.

Te tomó del brazo y te arrastró afuera de las vías, justo a tiempo. Las sombras, la trepidación, el viento, el silbato del tren, con mil ruedas pasaron sobre tu cuerpo.
Para Semana Santa, Gabriel te siguió hasta la iglesia. Lo miraste dentro del aire con incienso de la iglesia, como un pez en el agua mira un pez cuando hace el amor. Fue la última entrevista. Durante veranos sucesivos, lo imaginaste deambulando por las calles, cruzando frente a las quintas, con su traje de mecánico azul y ese prestigio que le daba la pobreza.
(Silvina Ocampo, Las invitadas, Editorial
 Losada, 1961).

Traducción Abdenaji Aitlhaj 

خاتم دخان


قصة : سيلفانا أوكمبو

أذكرأول يوم رأيت فيه جبريل  برونو.  كان يمشي في الشارع بلباس الميكانيكيين الأزرق؛
في نفس الوقت مر كلب أسود فدهسته  سيارة
عند عبوره الطريق. أخذ يعوي متألما  من جرحه .
ثم ركض بجانب جدار الفيلا القديمة ، للاحتماء
. تبعه جبريل بالحجارة.  ازدريت ألم الكلب لأنك كنت قد أعجبت بجمال 
 جبريل . "أيها المنحط "
صاح به الناس الذين رافقوك. أحببت
شكله و فقره.
مساء ليلة عيد الميلاد ،  في
بيت جدتك ، كانوا يوزعون في الاسطبلات(حيث لم تعد هناك جياد إنما سيارات)
ملابس و لعبا لأطفال الحي. جبريل برونو و عاصفة ممطرة ظهرا معا . فقال أحدهم:
هذا الصبي عمره خمسة عشر عاما ؛فبالتالي عمره غير مناسب كي يحضر هذا الحفل . إنه لا يستحيي ، بالإضافة إلى أنه  لص. أبوه قتل  الخباز
من أجل خمس سنتات . وهو قتل بالحجارة كلبا مصابا .
جبريل اضطر للرحيل. لقد تابعته بنظرك حتى اختفى تحت المطر.
جبريل ، ابن حارس الحاجز الذي قتل الخباز من أجل لا أعرف كم سنتا ، كي يذهب من بيته إلى المستودع كان يمر  كل يوم ، آملاً أن يراك، من الزقاق الذي يفصل بين البيتين: بيت عمتك و بيت  جدتك من جهة أمك ،، حيث كنت تعيشين
كنت قدعرفت الوقت الذي يمر فيه جبريل ، راكباً  حصانه الداكن ، كي  يذهب إلى المتجر أو السوق ، وانتظرته مرتدية الفستان الذي كنت تحبينه أكثرو جعلت بشعرك أجمل الشرائط. إتكأت على السياج في منظر رومانسي و ناديته بعينيك. نزل من الحصان ،
قفز الخندق ليقترب من أولاليا و     ، ماجدولين صديقاتك ، اللتان لم ينظرا إليه. أية هيبة يمكن أن تكون للمسكين بالنسبة لهما؟  بدلة الميكانيكيين التي كان يرتديها جبريل جعلتهما يفكران في رجال آخرين  بملابس أفضل .
لقد تحدثت مع أولاليا و ماجدولين بشأن جبريل برونو طوال اليوم ، دون جدوى. لم يكونا يعرفان أسرار الحب.
كل يوم ، في وقت القيلولة ، كنت تركضين وحدك إلى الزقاق. من بعيد ، كان شريط شعرك يلمع  كمركب شراعي مصغر أو مثل فراشة: رأيته ينعكس في الظل. لقد كنت مجرد امتداد لشعورك: الشمعة التي تحمل الشعلة. أحيانا  ، وسط الطريق ، يفك القوس ؛ ،
فتضعين الشريط بين أسنانك ، و تطلقين شعرك ثم تعدين ربطه مرة أخرى ، جالسة على الأرض.
و لأنك تبحثين عن ذريعة  للتحدث مع جبريل ، فقد اخترعت ذريعة السجائر: كانت معك نقودا في محفظتك، أعطيت منها لجبريل كي يذهب إلى المتجر لشرائها. بعدها تدخنان ،
تنظرين في عينينه. كان جبريل يعرف كيفية صنع الحلقات بالدخان وينفخها في وجهك. كنت تضحكين ، لكن تلك المشاهد، شبيهة جدا بمشاهد الحب ، كانت تخترق قلبك العاطفي. مرة تضمين السجائر معا لإشعالها. و أخرى كنت تشعلين سيجارة وتعطينها له.
كان قد حل شهر يناير.الجراد في الإستقبال يغني
و ضجيج حشرجة الموت. عندما عدت إلى المنزل ، سمعت والدك يتحدث إلى أمك. كانا يتحدثان عنك.
كانت في الزقاق ، مع ذلك المعذب. مع ابن  حارس الحاجز. هل تدركين؟ مع ابن الشخص الذي قتل الخباز من أجل خمس سنتات. عليك أن تضعيها تحت الحراسة . "إنها في الحادية عشر من عمرها فقط" ، قالت أمك .
لم يجرؤوا على إخبارك بأي شيء ، لكنهم لم يسمحوا لك بالخروج وحدك. تظاهرت بالنوم وقت القيلولة ، وبدلاً من أن تجري إلى الزقاق ، بعد الغداء ، كنت تبكين خلف الستائر أوخلف شبكة البعوض.
سمعت ، بين المالك و راكب دراجة ، حوارا غير عادي: تحدثوا عنك و جبريل . قالوا إن جبريل يتباهى في المتجر متحدثا عن السجائر التي تدخنانها معًا.
قالوا أنه قال لك كلمات فاحشة أو تحمل معنبين.
هربت في وقت القيلولة ، ركضت إلى السور ، لتفقدي خاتمك. جبريل مر في الوقت المعتاد. ذهبت لمقابلته.
"لنذهب ، قلت له ، إلى السكة الحديدية" - لماذا؟
"سقط خاتمي عند عبورالسكة أمس لما ذهبت إلى النهر".
خرج الصدق و الكذب معا من شفتيك.
ذهبتما ، هو على ظهر الحصان وأنت تمشين ، دون أن تتحدثا. عندما وصلتما إلى سكة القطار ، ترك حصانه مربوطًا بعمود وأنت جلست على حجارة.
أين فقدت خاتمك؟ سألك ، جالسا بجانبك.
"هنا"قلت ، مشيرة إلى بين القضبان .
الإشارات انخفضت. اذن القطار سوف يمر. " دعينا نخرج من هنا"صرخ بازدراء.
قلت: أريد أن ننتحر.
أخذك من ذراعك وجرك خارج قضبان السكة ، في الوقت المناسب. الظلال ، الخوف ، الريح ، صافرة القطار ، مع ألف عجلة مرت على جسدك.
في الأسبوع المقدس ، تبعك جبريل حتى الكنيسة. نظرت إليه من خلال الهواء  المفعم ببخور الكنيسة ، مثل سمكة في الماء تشاهد أخرى تمارس الحب. كانت المقابلة الأخيرة. خلال فصول الصيف المتتالية ، تخيلته يتجول في الشوارع ، يعبر أمام البيت ، ببدلة الميكانيكي الزرقاء والهيبة التي يعطيها إياه  الفقر

Commentaires

Les plus consultes

I. EL PAR DE GUANTES : Charles Dickens

Cuento arabe : El humo del guiso

هذه يدي ممدودة