Mamá África cuenta: Un viejo

Un viejo

Historias y leyendas de Burkina Faso

Anteriormente, en un pueblo en el monte vivía un anciano ciego que tenía testículos tan grandes como una gran calabaza. Una mañana, sus hijos lo llevan como de costumbre debajo del gran árbol detrás del pueblo y se dirigen a sus ocupaciones.

Hacia la mitad del día, un halcón persigue a un lagarto que se esconde bajo la gran calabaza del anciano. El halcón le dice al anciano: "¡Si me das el lagarto, abro tus ojos! "

El lagarto dice a su vez: "Si me guardas, curaré tus testículos y volverán a la normalidad. "

 Nuestro viejo no sabe qué hacer. Pide ayuda a sus esposas e hijos. Entonces comienza una gran discusión entre ellos. Algunos son para el halcón, otros para el lagarto. Llega eL hijo más joven de su seconda mujer que dice a su madre : "Mamá, debemos decirle a papá que le pida al halcón que le dé una pollita en lugar del lagarto, y papá se curará de ambos males. "

La mujer transmite la propuesta a su marido. Él le hace su queja al halcón que está feliz de aceptar, porque nunca ha comido una gallina. Le traen una pollita grande y, con sus alas, el halcón golpea los ojos del anciano cuando pasa y repasa tres veces. Los ojos del anciano se abren y, por cuarta vez, el halcón se lleva al pollito. Es desde este día que el halcón atrapa a nuestras pollitas.

El lagato también está haciendo su trabajo y la calabaza grande desaparece de las piernas del anciano. Desde entonces, nuestro viejo hombre está curado de sus males.

Es desde este día que los recién nacidos son amados y mimados más que otros niños y que las mujercitas son, más a menudo, preferidas a otras.