Dulce Chacón

Dulce Chacón


Dulce Chacón fue una escritora española nacida en Badajoz el 3 de junio de 1954 y fallecida en Madrid el 3 de diciembre de 2003. Su vocación por las letras nació gracias a su padre, quien murió cuando ella tenía tan sólo 11 años. Esta desgracia obligó al resto del grupo familiar a trasladarse a la capital, donde Dulce y su hermana, Inma, comenzaron a estudiar en un internado y la primera se inició en la poesía para escaparse de su terrible realidad.
A pesar de su prematuro acercamiento a la literatura,
Publicó su primer libro a los 38 años. Su obra abarca varios géneros, y en ella encontramos

1) los poemarios
"Querrán ponerle nombre",
"Contra el desprestigio de la altura"
 "Cuatro gotas"
2) las novelas
"Algún amor que no mate"
 "La voz dormida"
3) el libro de cuentos
"Te querré hasta la muerte"

4) su drama
"Segunda mano".
 "Matadora" biografía . Su temprano fallecimiento fue causado por un severo cáncer de páncreas; dado el tardío diagnóstico y el grado de metástasis que presentaba, no pudo superarlo

Algunos poemas




SI LA MAR ENGAÑA

A Juan

Habladora la mar, habladora:
puso a mis pies diecisiete corolas
y nada me dijeron.

¿A quién puedo pedir que me resuelva
la palabra instante?

Sé que hasta aquí me trajo el azar,
el color de tus ojos es regalo de dioses
que yo no conozco.

¿Diecisiete días
hacen un instante?

pregunto a la mar
y a tus dioses.


QUERRÁN PONERLE NOMBRE


Se encontrarán
el tiempo y el olvido
en un ángulo recto,
en un espacio silencioso y solo
donde el vértigo se hace 
con la línea que deshace la memoria.
Llegarán cada uno por su lado,
el olvido
con las horas muertas en los brazos
y el tiempo
con los recuerdos por morir.
No habrá lugar allí para ninguno,
desde el vértice verán 
la extensión blanquísima 
donde desaparecen
blanquísimos
los sueños.
Sin asco lo verán, 
sin sorpresa y sin asco,
sólo un tenue dolor que se insinúa.
Y querrán ponerle nombre.


LA CONSTRUCCIÓN DE UN SUEÑO


Siempre hay tiempo para un sueño.
Siempre es tiempo de dejarse llevar
por una pasión que nos arrastre hacia el deseo.
Siempre es posible encontrar la fuerza
necesaria para alzar el vuelo y dirigirse hacia 
lo alto.
Y es allí, y solo allí, en la altura, donde 
podemos desplegar nuestras alas en toda su
extensión.
Solo allí, en lo más alto de nosotros mismos,
en lo más profundo de nuestras inquietudes,
podremos separar los brazos, y volar.


A CORTA DISTANCIA


Levantaron altísimas paredes
-con dudosa intención-
y el tiempo quedó fuera.

Edificaron el abismo hacia lo alto
-esto hicieron por mí-.

¿Cómo no sentir vértigo
si me hablas del mar?

Deja a mis ojos

que se duelan
de ver de cerca el muro

tapar la tarde.


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