Elena Poniatowska : EL RECADO

Elena Poniatowska



(Elena Poniatowska Amor; París, 1932) Narradora y ensayista mexicana (de origen francés) creadora de un rico mundo de ficción.

EL RECADO


Vine, Martín, y no estás. Me he sentado en el peldaño de tu casa, recargada en tu puerta y pienso que en algún lugar de la ciudad, por una onda que cruza el aire, debes intuir que aquí estoy. Es este tu pedacito de jardín; tu mimosa se inclina hacia afuera y los niños al pasar le arranzan las ramas más accesibles…
En la tierra, sembradas alrededor del muro, muy rectilíneas y serias veo unas flores que tienen hojas como espadas. Son azul marino, parecen soldados. Son muy graves, muy honestas. Tú también eres un soldado. Marchas por la vida, uno, dos, uno, dos… Todo tu jardín es sólido, es como tú, tiene una reciedumbre que inspira confianza. Aquí estoy contra el muro de tu casa, así como estoy a veces contra el muro de tu espalda. El sol da también contra el vidrio de tus ventanas y poco a poco se debilita porque ya es tarde. El cielo enrojecido ha calentado tu madreselva y su olor se vuelve aún más penetrante. Es el atardecer. El día va a decaer. Tu vecina pasa. No sé si me habrá visto. Va a regar su pedazo de jardín. Recuerdo que ella te trae una sopa cuando estás enfermo y que su hija te pone inyecciones… Pienso en ti muy despacio, como si te dibujara dentro de mí y quedaras allí grabado. Quisiera tener la certeza de que te voy a ver mañana y pasado mañana y siempre en una cadena ininterrumpida de días; que podré mirarte lentamente aunque ya me sé cada rinconcito de tu rostro; que nada entre nosotros ha sido provisional o un accidente.
Estoy inclinada ante una hoja de papel y te escribo todo esto y pienso que ahora, en alguna cuadra donde camines apresurado, decidido como sueles hacerlo, en alguna de esas calles por donde te imagino siempre: Donceles y Cinco de Febrero o Venustiano Carranza, en alguna de esas banquetas grises y monocordes rotas sólo por el remolino de gente que va a tomar el camión, has de saber dentro de tí que te espero. Vine nada más a decirte que te quiero y como no estás te lo escribo. Ya casi no puedo escribir porque ya se fue el sol y no sé bien a bien lo que te pongo. Afuera pasan más niños, corriendo. Y una señora con una olla advierte irritada: “No me sacudas la mano porque voy a tirar la leche…” Y dejo este lápiz, Martín, y dejo la hoja rayada y dejo que mis brazos cuelguen inútilmente a lo largo de mi cuerpo y te espero. Pienso que te hubiera querido abrazar. A veces quisiera ser más vieja porque la juventud lleva en sí, la imperiosa, la implacable necesidad de relacionarlo todo con el amor.Ladra un perro; ladra agresivamente. Creo que es hora de irme. Dentro de poco vendrá la vecina a prender la luz de tu casa; ella tiene llave y encenderá el foco de la recámara que da hacia afuera porque en esta colonia asaltan mucho, roban mucho. A los pobres les roban mucho; los pobres se roban entre sí… Sabes, desde mi infancia me he sentado así a esperar, siempre fui dócil, porque te esperaba. Sé que todas las mujeres aguardan. Aguardan la vida futura, todas esas imágenes forjadas en la soledad, todo ese bosque que camina hacia ellas; toda esa inmensa promesa que es el hombre; una granada que de pronto se abre y muestra sus granos rojos, lustrosos; una granada como una boca pulposa de mil gajos. Más tarde esas horas vividas en la imaginación, hechas horas reales, tendrán que cobrar peso y tamaño y crudeza. Todos estamos -oh mi amor- tan llenos de retratos interiores, tan llenos de paisajes no vividos.
Ha caído la noche y ya casi no veo lo que estoy borroneando en la hoja rayada. Ya no percibo las letras. Allí donde no le entiendas en los espacios blancos, en los huecos, pon: “Te quiero…”. No sé si voy a echar esta hoja debajo de la puerta, no sé. Me has dado un tal respeto de ti mismo… Quizá ahora que me vaya, sólo pase a pedirle a la vecina que te dé el recado: que te diga que vine

Traducción Abdenaji Aitlhaj 
رسالة


جئت يا مارتن ، و لم أجدك . جلست على عتبة منزلك ، مستندة على بابك وأعتقد أن في مكان ما في المدينة ، من خلال  شيء يعبر الهواء ، يجب أن تستشعر أنني هنا. هذه حديقتك  ؛  يميل بها الميموزا خارجا والأطفال عند مرورهم يجذبون فروعها التي أصبحت في متناولهم...

في الأرض ، حول الجدار ، في خطوط مستقيمة للغاية مزروعة ، كما  أرى ، بعض الزهور التي لها أوراق مثل
السيوف. بلونها الأزرق الداكن  تبدو كالجنود. خطيرة جدا ، صادقة جدا. أنت أيضا جندي. تمضي في حياتك ، واحد ، اثنان ، واحد ، اثنان ... حديقتك كلها صلبة ،مثلك ، لديك قوة توحي بالثقة .

  1. أنا هنا متكئة على جدار منزلك ، مثلما أكون أحيانًا متكئة على ظهرك. تضرب الشمس أيضًا على زجاج نوافذك وتضعف شيئًا فشيئًا لأن النهار يودع. الشفق الأحمر دفا زهر العسل وأصبحت رائحته أكثر اختراقًا. إنه غروب الشمس ،اليوم سينتهي، جارتك تمر
لست أدري إن كانت ستراني. انها ذاهبة لتزود حديقتها . أتذكر أنها كانت تجلب لك حساء عند مرضك وأن ابنتك كانت تعطيك الحقن ... أفكر فيك ببطء شديد ، كما لو كنت ارسمك بداخلي و ستظل محفورا هنا. أريد يقينا من أنني سأراك غدا وبعد غد ودائما في سلسلة غير متواصلة من الأيام. أن أستطيع النظر اليك ببطء و لو أني اعرف كل زاوية في وجهك. أن لا شيء بيننا كان مؤقتًا أو حادثًا
أميل على ورقة وأكتب كل هذا وأعتقد الآن ، في المكان حيث تسير على عجل ، قررت كما تفعل
دونسيليس في الخامس من فبراير أو فينوستيانو كارانزا في بعض تلك
المقاعد الرمادية والرتابة المكسورة فقط من دوامة الناس الذين يأخذون الشاحنة ، يجب أن تعرف في داخلك أنني أنتظرك. جئت لأخبركم أنني أحبك وبما أنك لم أجدك أكتبها لك. بالكاد يمكنني الكتابة بعد الآن لأن الشمس قد غابت وأنا لا أرى ما أضع بشكل جيد. في الخارج ، في الخارج يمر عدد أكبر من الأطفال يركضون . تحذرهم سيدة تحمل وعاءًا: "لا تحرك يدي لأنني سأهرق  الحليب ..." وأترك هذا القلم ،يا مارتين ، واترك الورقة المخططة وأترك يداي مسدلتان دون جدوى على طول جسدي وأنتظرك . أظن أنني كنت أود أن أعانقك. في بعض الأحيان ، تمنيت لو أني أكبر سناً لأن الشباب يحمل في ذاته ، الحاجة الملحة ، إلى ربط كل شيء بالحب
كلب ينبح. ينبح بقوة أعتقد أن الوقت قد حان كي انصرف. بعد قليل ستأتي جارتك لتشعل ضوء منزلك. لديها المفتاح , ستسعل مصباح غرفة نومك التي تطل على الخارج لأنهم في هذه المستعمرة يهاجمون كثيرا ، يسرقون كثيرا. الفقراء يسرقون كثيرا ، يسرقون بعضهم البعض ... كما تعلم ، منذ الطفولة و أنا أجلس منتظرة ، كنت دائما طيبا، لأنني كنت أنتظرك. و أعلم أن جميع النساء ينتظرن.  ينتظرن الحياة المستقبلية ، كل تلك الصور المزيَّنة في العزلة ، وكل تلك الغابات التي تسير نحوهن ؛ كل ذاك الوعد الهائل الذي هو الرجل. قنبلة يدوية تفتح فجأة وتظهر حباتها الحمراء
البراقة. قنبلة   يدوية
قنبلة يدوية مثل فم سمين ألف جزء. لاحقا  تلك الساعات التي عيشت في الخيال ، بدت كساعات حقيقية ، عليها إضافة الوزن والحجم والسخونة. نحن جميعًا -  آه ،يا حبيبي -  نفعمون بصور داخلية ، مليئة جدا بالمناظر الطبيعية التي لم  نعشها.
خيم الظلام و تقريبا لا أرى ما أزمم على الورقة المخططة. لم أعد أستبين الحروف. هناك حيث لا تفهم ، في المساحات البيضاء ، في الفراغ ، ضع: "أنا أحبك ...". لا أعرف ما إذا كنت سأرمي هذه الورقة تحت الباب ، لا أعرف. لقد منحتني هذا الاحترام لنفسك ... ربما الآن بعد أن أغادر ، فقط أمر للكلب من جارتك أن تعطيك الرسالة: لتعلمك  أنني جئت

Commentaires

Les plus consultes

I. EL PAR DE GUANTES : Charles Dickens

Cuento arabe : El humo del guiso

هذه يدي ممدودة