Luis Mateo Díez : INVITADOS

Luis Mateo Díez 


(Villablino, León, 21 de septiembre de 1942). Escritor español. Es miembro de la Real Academia Española

INVITADOS

Los invitados llegaron a casa a la hora prevista. Ángela y yo les recibimos encantados. La cena fue exquisita. La conversación brillante y entretenida hasta que las copas comenzaron a hacer efecto. 
Entonces se iniciaron esos pequeños altercados que son fruto de las envidias y las maledicencias y que lastran las amistades por largas que sean.  Yo, como siempre, me quedé dormido. Para las copas  soy un desastre. 
Cuando desperté, con el sol en la ventana y la mañana del domingo muy avanzada, tardé un rato en percatarme del desastre en que se había convertido el salón. Todo estaba destrozado.
 En la alfombra pisé una enorme mancha que me pare- ció de sangre. La mancha se repetía en las paredes. Llamé a Ángela, angustiado. La casa estaba vacía y lo que de ella pude ver, hasta que sonó el teléfono, en parecidas condiciones al salón. 
El timbre del teléfono acrecentó el dolor de cabeza que, se apoderaba de mí. Me llevé la mano a ella y sentí un bulto pegajoso. Temí desvanecerme. Descolgué el aparato temblando. 
-Ninguno de vosotros me quiso nunca -musitó una voz compungida y llorosa en el auricular, y en seguida escuché el sonido de un disparo.
Antes de salir al jardín y observar los cuerpos mutilados que colgaban de los árboles dejé caer el teléfono con la sensación de que el aroma quemado de la pólvora abrasaba mi mano. 

  Traducción Abdenaji Aitlhaj 

مدعوون

وصل الضيوف إلى المنزل في الموعد المحدد. استقبلناهم أنا وأنجيلا بترحيب. العشاء كان رائعا. كانت المحادثة ساطعة ومسلية قبل أن يبدأ تأثير الكؤوس. ثم انطلقت تلك المشادات الصغيرة التي هي نتيجة الحسد والافتراء و التي تقوض الصداقات مهما كانت طويلة. أنا ، كما هو الحال دائما ، بقيت نائما. أمام الكؤوس أنا كارثة. عندما استيقظت ، مع الشمس في النافذة وصباح الأحد لم يبق منه شيئا ، لزمني بعض الوقت لألاحظ الكارثة التي أصبح عليها الصالون. كل شيء كان مكسورا.
فوق السجادة وطأت  على بقعة ضخمة بدت لي دماءا. و بقع تلطخ  الجدران. ناديت بتوتر أنجيلا . كان المنزل فارغا وما يمكنني رؤيته منه ، عندما رن جرس الهاتف ، في ظروف مماثلة للصالون.
رنين الهاتف زاد من صداع الرأس  الذي كان يسيطر علي. أمسكت بيدها  فشعرت بورم لزجة. كنت أخشى أن أتلاشى . قمت بوضع  الجهاز الهزاز .
"لا أحد منكم أحبني قط" ، تمتم صوت يجهش بالبكاء في السماعة ، ثم سمعت صوت إطلاق النار على الفور.
قبل الخروج إلى الحديقة ومراقبة الجثث المشوهة المتدلية من الأشجار ، أسقطت الهاتف لشعوري أن  البارود المحروق  لفح يدي.

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